Buenas

Hola a todos,

Decidirme a abrir este espacio no ha sido fácil, como no es fácil caminar por la calle y que la gente te señale sólo por tener la piel verde y cayéndose a pedazos. Una sola vez al año puedo salir a caminar a gusto, en Halloween (no me gusta decir Día de Muertos, me parece despectivo que no haya un día para los no muertos) y la verdad es que no me hace muy feliz pues sólo me recuerda la triste realidad de mi anonimato el resto del año. Quisiera verlos en mi piel, bueno, en lo que queda de ella.

Soy un zombie, sí, pero también tengo sentimientos y necesidades y soy un firme creyente de que no todo se resuelve comiéndole el cerebro a los demás. Hoy mismo he tenido la oportunidad de comerme un buen cerebro y me abstuve. Me explico, la noche me sorpendió siguiendo a un perro callejero. Esperaba merendarme su cerebro tomando por sorpresa al animal, sin embargo, me quedé dormido detrás de un edificio que después supe, era una agencia de modelos. Serían como las 9 de la mañana cuando me despertó el sonido de los tacones de una modelo que había salido a fumar un cigarro a escasos metros de mi. Me confundió con un mendigo y me arrojó una moneda de cinco pesos. ¡Cinco pesos, vaya! Ella no supo que estuve a punto de comerme su delicioso cerebro, un cerebro nuevo y sin usar, ¡imagínense! Pero me contuve, acepté la moneda y le deseé un buen día.

Pocos pueden resistir la tentación de un cerebro virgen, yo lo hice, y espero que esto diga algo bueno de mi.

P.D. Sí, ya sé, comer perros callejeros tampoco es muy humano que digamos, pero tomen en cuenta que en México abundan, y mientras yo me como sólo los cerebos hay gente que negocia convirtiendo en tacos a estos peludos cuadrúpedos.

"Paz en la tierra a los zombies de buena voluntad"

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