De paseo con Bukowsky


Me encanta ver a Bukowsky, mi perro zombie, cuando sale a caminar. Es genial con su cabeza erguida, su pasito alegre y su cola mocha brincoteando mientras trota. De vivo debió ser un Xoloescuintle o algo así, tiene el tipo (unos amigos me dijeron que han visto fotos en internet de otro perro como el mío, pero ninguno como mi Buky).

Su mayor diversión es cazar pajaritos desprevenidos y chuparles sus diminutos cerebros. Doce pajaritos es la ración ideal con la que Bukowsky queda satisfecho aunque una noche me sorprendió cuando en lugar de un pajarito eligió por presa a un perro Chihuahua que venía caminando en dirección opuesta. Pobre Bukowsky, vaya decepción la suya cuando al abrirle la tapa de los sesos lo único que se encontró fue con un cráneo tan vacío como el de un diputado mexicano. Me miraba con sus ojitos verdosos como diciendo "¿y mi cena?".

Esa noche pasamos al Seven y cada uno nos comimos un Burguer Bite. Bukowsky regresó a casa con dos enseñanzas, los Chihuahuas no tienen cerebro y los Burguer Bites sospechosamente saben a carne humana.

1 comentarios:

  1. VMC dijo...

    Creo que tu blog es muy tonto junto con tu perro disecado !!